Ganado porcino

Si hay un producto de fama mundial y que pone a todo el mundo de acuerdo por su maravilloso sabor es el jamón.

Pues bien, en El Bardal de Tabera el cerdo goza de un entorno privilegiado para producir un producto excelente. 

La dehesa es un bosque en el que conviven la encina, el roble, el alcornoque y otras especies arbóreas. Bajo este espectro de árboles de la misma familia, cuyo fruto es la bellota, distinta en cada especie, crece una hierba gramínea y leguminosa.

Este es el cóctel alimenticio que el cerdo ibérico pasta con placer y glotonería mientras camina por el espacio adehesado.

En El Bárdal de Tabera, se inicia el proceso pues disponemos de madres que paren en las instalaciones acondicionadas para ello y es así como se inicia todo. 

El cerdo ibérico tiene unas características físicas que son muy reconocibles.

Dispone de poco pelaje y este es de color negro, como la pezuña. Tienen las patas finas y largas, debido a la cantidad de ejercicio que hacen por la dehesa buscando su alimento.

Disponen de un hocico alargado y cuerpo bastante estilizado. 

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